Cantó el canario

Flandria volvió al triunfo tras vencer por dos tantos contra uno a Colegiales.
El conjunto de Munro llegaba mejor animicamente ya que su presente en el torneo era muy bueno, sumaba 17 puntos y de conseguir el triunfo en Jauregui lo mantendría con esperanzas para luchar por los primeros lugares. Por el lado del "canario" necesitaba sumar para mantener la diferencia con Central Cordoba y San telmo rivales directos en la lucha por la permanencia en la categoría.
El inicio del cotejo estaba pautado para la hora 15:30, pero al demorarse la llegada del visitante comenzó quince minutos más tarde de lo previsto.
En los primeros minutos de juego, el partido fue parejo, ninguno de los dos equipos era un amplio dominador de la pelota, pero tras una distracción en la defensa local, Cisterna recibe el balón solo, gira en el área y marca el primer gol de la tarde. Flandria mantuvo la tranquilidad, comenzó a manejar la pelota en mitad de cancha, y si bien no tuvo muchas chances netas de gol merecía como mínimo un empate. Faltando 2 minutos para la conclusión de la primera parte, Vicente encara por la banda izquierda escapa de su marcador, llega al área supera al lateral de Cole , y envía el centro a la cabeza del goleador canario Andres Montenegro quien impacta la pelota y marca el empate.
Ya para el segundo tiempo el local se sentía más tranquilo, esto hizo que el equipo se desenvolviera mejor y no sintiera la ausencia de jugadores importantes como De porras,Cigno,y Luís Gonzalez.
Pasado el cuarto de hora de la segunda mitad, Apariente mete mano en el equipo, haciendo ingresar a Martín Aragón en lugar de Lucas Vicente, y a el juvenil Barbieri por Barbará. Más tarde se retiraría Lipo, ingresando en su lugar Marcelo Galarza.
Flandria busca la victoria pero no se le va hacer fácil quebrar la defensa del visitante. Sin embargo Montenegro entra en acción nuevamente, en una gran "guapeada" le gana en velocidad al defensor de la visita, y mete un pase milimétrico para el recien ingresado Mariano Barbieri que le gana la espalda a su marcador y la puntea en el segundo palo, poniendo el 2-1 definitivo, para el desahogo de todo el pueblo canario.